Lentes para recuperar el sentido… del olfato: un nuevo paso en la tecnología

Uno de los efectos más traumáticos del COVID-19 es la pérdida del olfato. Pero no solo las personas que sufrieron esta enfermedad pasaron por esto: también aquellos que padecieron una lesión cerebral o alguna otra afección médica.

El doctor Richard Costanzo, experto en trastornos del gusto y el olfato, lidera el grupo de investigadores, junto con su compañero, el doctor Daniel Coelho, profesor de otorrinolaringología en VCU.

Esta neuroprótesis para el olfato utiliza un sensor diminuto que identifica los olores, enviando una señal al cerebro del usuario. Por el momento este es el concepto, y en él trabajan los científicos.

Así trabaja el sentido del olfato

Cuando un olor llega a la cavidad nasal, las moléculas de ese olor se unen a las neuronas receptoras, enviando señales eléctricas a los nervios olfativos.

Los nervios pasan a través de una placa ósea para llegar al bulbo olfatorio, una pequeña estructura neural en el cerebro anterior.

De allí, explica el portal Spectrum, la información va hacia la amígdala (que rige las respuestas emocionales en el cerebro), el hipocampo (estructura involucrada en la memoria) y la corteza frontal (elemental en el proceso cognitivo).

Los próximos objetivos de los investigadores de la Virginia Commonwealth University

En la actualidad, los investigadores se enfocan en hacer que los sensores detecten más de unos pocos olores, además de descubrir la mejor manera de interactuar con el cerebro.

“Creo que estamos a varios años de romper esas nueces”, dijo Costanzo, en una conversación con el portal Spectrum, “pero creo que es factible”.

Son muchos los interesados en que Costanzo y sus compañeros puedan desarrollar su dispositivo para el olfato. “Mi objetivo”, indica el doctor, “es brindar esperanza a estas personas”.

Es cuestión de tiempo.

Texto: Kiko Perozo (fayerwayer)