Los equipos de la NBA se han encargado de cumplir los sueños más añorados de jóvenes talentosos, y aunque Jaime todavía no es un jugador oficial de la liga, está construyendo una fuerte zapata en su carrera deportiva que muy pronto lo llevara al éxito rotundo.
Para ser testigo del éxito de muchos, ir a un partido de la NBA es la opción más épica, no esperes para comprar tus tickets para la NBA es una experiencia épica.
Nacido en Barranquilla en el barrio San Francisco, Jaime da créditos a sus padres, dos humildes trabajadores quienes se quemaron las pestañas para poder sacarlo adelante. Cuando Jaime era niño, tenía pinta de basquetbolista su físico de ese entonces no daba indicios de rasgos que lo destaquen para el basquetbol.
Pero todo cambio cuando cumplió los catorce años; cuando hizo un viaje de visita a unos familiares fuera de la ciudad, y cuando regreso a Barranquilla, su figura era otra. Había crecido 9 centímetros, y ya no parecía un adolescente de su edad, a causa de eso, en el colegio Pestalozzi lo convencieron de que empezara a jugar básquet, aun sabiendo el que no lo estaban eligiendo precisamente por su talento, sino por su figura.
Poco a poco le fue gustando el deporte, e incluso además de jugar en la escuela, luego de la jornada escolar se dedicaba a jugar en canchas fuera de ella para practicar sus lanzamientos, rebotes y saltos.
Poco a poco el deseo de llegar al profesionalismo era más fuerte, pasó de jugar en partidos intercolegiales a partidos departamentales y luego en eventos nacionales. La figura de Jaime era llamativa, pero su técnica no era a mejor, sin embargo, eso no impidió que un cazatalentos que lo vio jugar en Medellín se fijara en él y decida darle la oportunidad de acercarlo al básquet universitario estadounidense.
Pero antes de eso ya Jaime se había decidido por irse a vivir a Medellín con un objetivo claro, convertirse en un basquetbolista profesional, viviendo en la villa olímpica y buscándose un espacio en el equipo Academia de la montaña, ahí fue cuando unos ojeadores lo convencieron de viajar a la capital para que pudiera entrenar y fortalecer su técnica para buscar un cupo en alguna universidad estadounidense.
Y así mismo sucedió, consiguió una beca en Junior College de Texas para estudiar artes liberales, jugando también en el equipo de baloncesto de esa institución. Cuando termino el college en Texas, fue solicitado en Wichita State en Kansas, donde estudió y se graduó de psicólogo y sociólogo, a su vez, su rendimiento en el baloncesto era más destacable con el tiempo, y sus números eran tan altos que lo convencían cada vez más de pisar la NBA.
Durante cuatro años seguidos tuvo que combinar sus estudios con su participación en los equipos del basquetbol, y por ser de condición becada, no podía darse el jugo de descuidar ninguno de los dos rubros.
En la temporada 2019-2020, Jaime se presentó en el draft de la NBA, este es un espacio donde se presentan los mejores jugadores profesionales de las universidades donde se eligen los mejores para hacerles firmar un contrato y hacer que sean parte de la primera división del básquet norteamericano. Desafortunadamente no lo seleccionaron, y es aquí donde la carrera de Jaime toma otro rumbo.
Sus representantes lograron conseguirle una oportunidad en España, donde firmó contrato con Acunsa GBC, ahí jugo 18 partidos como profesional y obtuvo puntos sobresalientes, hasta que una lesión en la rodilla le impidió seguir compitiendo y paso varios meses en recuperación.
Luego de su recuperación, Jaime recibió un llamado de los Washington Wizards para firmar un “contrato de exhibición 10”, acuerdo que le permitiría estar aún más cerca de la NBA. Luego de haber firmado, tuvo la oportunidad de estar presente en los primeros cinco partidos de la temporada regular del equipo y pudo jugar en el primero de esos contra los Cleveland Cavaliers.
Ya terminado el tiempo de este contrato, Jaime se encuentra en la espera de la siguiente firma, ya sea en Europa o en los estados unidos, y asegura que no le preocupa por ahora el futuro, ya que sabe que en cualquier momento la mejor propuesta puede estar a la vuelta de la esquina.
Por: Lcda. Angelica Carmona/Imagen: Cortesía.
