En 32 días acabaron con las torturas y los crímenes dentro de la Penitenciaría General de Venezuela (PGV), en San Juan de los Morros, estado Guárico. La explosión de granadas durante los preparativos de la fiesta de cumpleaños de «Franklin Viruviru», pram del penal, provocó, el 15 de septiembre, 11 muertos y 30 heridos. La guerra por el control absoluto de la cárcel fue el inicio para una investigación, la evacuación de cinco mil 100 internos y el cierre temporal del penal.

Iris Varela, ministra de Asuntos Penitenciarios, anunció ayer vía Twitter su decisión y en una rueda de prensa transmitida por Venezolana de Televisión detalló que trasladaron a los reclusos al Internado Judicial de Carabobo, el Centro Penitenciario de Aragua y el Internado Judicial Rodeo II. Continúa la pacificación e instalación del nuevo régimen penitenciario.

La ministra no hizo referencia a la cantidad de fallecidos que dejó el enfrentamiento, a los conflictos entre prames y a un presunto arsenal de armas dentro del penal. Se limitó a decir que no hubo heridos durante el proceso de desalojo ejecutado en la PGV y que ella «no negocia con mafias carcelarias».

Los últimos en salir fueron Franklin Paúl Hernández Quesada (43), es el delincuente que se hace llamar «Viruviru», junto a sus secuaces Nelson Alejandro Barreto Reyes, alias «Ratón», «Cara ‘e Niña», «Niño Petare» y «Robert la Fresa». «Era pram sin pertenecer a la población penitenciaria», comentaron los internos. Llegó refugiándose de los funcionarios de la Operación Liberación y Protección al Pueblo (OLP) y se quedó.

El Grupo de Respuesta Inmediata de Custodios y la Guardia Nacional ingresó al recinto. Inician la búsqueda de artefactos explosivos y armas de fuego en las instalaciones.

 

5.100 es la cantidad de reos que salieron de la PGV.

2.000 familiares se autosecuestraron para «evitar una tragedia» durante la intervención del penal.

93 por ciento de las cárceles del país cubre el plan del Gobierno para erradicar el crimen carcelario.

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