Un balazo en el pecho cegó la vida de Manuel Márquez (65). Lo acompañaban su esposa y un hijo cuando los delincuentes lo interceptaron, se resistió al robo de su camión Tritón azul y los ladrones le dispararon una vez. Lo trasladaron al Hospital General del Sur, pero llegó sin vida.

Un grupo de mujeres se consolaba en las adyacencias de la morgue, una de ellas estaba en shock. Los familiares llegaban poco a poco y le daban el pésame. Oleida Márquez, hija de la víctima, explicó que su madre presenció el asesinato junto a un hermano.

«Yo no imaginé que él se iba a alzar con los ladrones», repetía la dama de rasgos indígenas con la mirada pérdida.

El agricultor salió ayer, a las 7.00 de la mañana, con su esposa e hijo de su vivienda en el barrio Los Olivos. Tendría una reunión para comprar insumos en una granja en La Villa del Rosario, cuando iban por el kilómetro 56, dos ladrones en un vehículo los interceptaron. «A todos los bajaron del camión y los pasaron al carro de ellos», recordó Oleida.

Márquez forcejeó con uno de los asaltantes dentro del vehículo y le dispararon. «Los ladrones al ver la sangre bajaron a los tres y huyeron».

La muchacha comentó que uno ya estaba manejando el camión de su padre cuando su compinche disparó. El hijo del agricultor trató de auxiliarlo mientras los delincuentes huían y llamó a sus familiares para avisar lo ocurrido. Lo trasladaron hasta el centro hospitalario, pero ingresó sin signos vitales.

Los familiares comentaron que no era la primera vez que era víctima del hampa. «Hace un año que tenía ese camión, pero tenía otro carro particular que también le robaron».

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