Eran las 11:30 de la mañana de ayer, cuando policías de la Metropolitana de Cúcuta llegaron a la finca Tres Esquinas, ubicada en la trocha La Marina de La Parada (Villa del Rosario), luego de que un morador reportó haber visto dos cuerpos en ese sector fronterizo.
Junto a un árbol, los cadáveres quedaron, uno cerca del otro, acribillados a balazos en la cabeza.
Una vez más, los asesinos utilizaron la modalidad de cubrirle la cara con la misma camisa de la víctima, hecho que se ha repetido en los últimos dos asesinatos, ocurridos el viernes 25 y domingo 27 de octubre.
Sobre las víctimas
Uno de los hombres quedó tendido de medio lado. Estaba vestido con franela blanca, sudadera gris y no tenía zapatos, sus pies estaban embarrados y junto a él quedó una bolsa negra, desconociendo su contenido.
La otra víctima, que quedó bocarriba, vestía bluyín con correa negra, una camisa y tenía zapatos negros.
Ninguno de los dos hombres tenía documentos de identificación.
Aunque los cuerpos quedaron a escasos metros del río Táchira, las autoridades colombianas, a través del Sistema de Posicionamiento Global (GPS), aseguraron que estaban en territorio venezolano.
Por esta razón, deberían ser las autoridades venezolanas las encargadas del levantamiento de los cadáveres. Pero, ninguna unidad del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) del vecino país se acercó a la escena de los hechos (como en los anteriores casos).
Al cierre de esta edición, se esperaba que miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), integrada por la Policía y Fiscalía colombiana, practicaran los levantamientos por razones humanitarias.
“Es pura guerrilla la que está allá metida. Hay un montón de pisadas de botas que aparecen ingresando y saliendo por esa trocha”, dijo ayer, una fuente judicial.
Los otros asesinatos
El pasado viernes 25 de octubre, en la trocha Los Mangos, fue asesinado Joel Alfonso Camacho Campos, de 22, oriundo de Yarcuy. Para la madrugada del domingo, en El Palmar, fue hallado el cuerpo sin vida de Giover Rafael Morales Monroy, de 15 años.
La Opinión conoció que un niño de 12 años, le señaló a un grupo de hombres armados que tenía retenido a Giover Rafael, que él era colaborador de los ‘paracos’ en La Parada, y por eso lo asesinaron.
Aunque no se conoce con certeza quienes serían los responsables, en esa zona opera la banda criminal Los Bota de Caucho.
