¿Por qué Maduro no permitió la entrada de ayuda humanitaria y develó su cara ante el mundo?

Al respecto, el portal Kon Zapata hizo una analogía de los hechos explicando dos formas de ver la circunstancias:

-La salida de Maduro.

-La consagración de una transición política.

Donde, básicamente, se refleja esto: Maduro y su cúpula se ven perdidos y de cara a este quiebre tienen una forma de salir: albergando su “poderío” de ante el mundo, dejando un legado de “dictadores”. ¿Por qué? Porque con sus antecedentes, jamás entregarán el poder a un sucesor aclamado por los ciudadanos que llegará con comida y medicina en lugar de bombas y mortandad.

Acá la nota completa:

La ayuda humanitaria es un arma. Y está visto. Maduro la considera un arma más peligrosa que cualquier aparato de guerra. La ayuda humanitaria no es solo la constatación del hambre, de la escasez, de las carencias, del drama, de la emergencia sanitaria. La ayuda humanitaria es más que ello: Es una operación que sensibiliza y une al pueblo, a los militares, a los policías, a los empresarios.

Porque es una causa de envergadura, la ayuda humanitaria moviliza a la gente. La ayuda humanitaria une a los partidos y a la dirigencia opositora y más allá de la oposición, activa a organizaciones sociales, a la Iglesia, los estudiantes, a las onegés.

Y esto es lo que vio Nicolás Maduro. Y tanto vio que arriesgó y expuso la violencia y la crueldad de la que es capaz el régimen. La expuso y se expuso ante el mundo. Y no es que con ello se haya confirmado de lo que es capaz el régimen, pues ya era sabido con la represión y la tortura de los años anteriores; ya esto se sabía, y como se sabía no significa que por ello Maduro y el grupo que lo sostiene en el poder, sean más ilegítimos que hace una semana.

Lo que importa saber es que de verdad al régimen le preocupaba que Juan Guaidó pudiera concretar la operación. El ingreso no desvelaría la profundidad de la crisis humanitaria –que esta también es harto conocida- sino que desencadenaría eventos de esta magnitud:

-La movilización y organización del pueblo que se opone a Maduro, que es el mayoritario.

-La desmoralización de los cuadros, grupos y militantes de base que aún siguen a Maduro.

-La conexión del pueblo necesitado con el voluntariado que sigue a Guaidó.

-La convicción del pueblo necesitado de que la ayuda es la primera expresión de algo mejor que se avecina.

-El resquebrajamiento de la Fuerza Armada sin haber enfrentado a ninguna opción militar contraria.

-La desconexión de la Fuerza Armada de un operativo de asistencia masiva.

-Esa desconexión conduciría a un mayor reclamo para que los militares se sumaran al operativo.

-(Y entonces por allí vendría el quiebre definitivo).

-Las imágenes hacia el mundo del pueblo recibiendo, agradecido, la ayuda.

-Esas imágenes hubieran desmontado cualquier acción violenta o propagandística de régimen.

-Una contundente victoria para Guaidó que lo colocaba en la ruta de consolidar su liderazgo.

-Victoria para el espectro internacional, en particular los Estados Unidos y Colombia que combate a Maduro.

Aquí está el problema. No es este el relato que quiere Maduro. No es esta la narrativa que quiere contar en el futuro de cómo perdió el poder. De cómo los mandos medios en la Fuerza Armada encontraban en la ayuda humanitaria la excusa perfecta para sumarse al operativo, no reprimir y abandonar el entramado que sostiene a régimen. Maduro, Diosdado Cabello, con toda la crueldad expresada en palabras y gestos por los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, prefieren la amenaza o la realidad de la intervención militar, así las consecuencias sean irreversibles y catastróficas. Pero este es el relato que los une. Esta es la épica que quieren construir. Porque ya se sienten fuera del poder. El problema es que hay maneras de salir del poder. Y lo que menos desean que registre la historia es que fueron echados del poder por todo un pueblo que mostró su rostro más necesitado al ver que había llegado la ayuda, y con ella Guaidó, subido a un camión repleto de comida y medicinas, y no de armas y bombas.

De modo que ante la evidencia del daño que le hace al régimen, la ayuda humanitaria ahora tendrá que entrar “sí o sí”.