Ayer en la noche, el empresario zuliano, de origen chileno, Sergio Santamaría (73), quien fue tiroteado por ladrones de vehículos que intentaron robarle una auto Toyota Avalon, murió en el Centro Médico San Antonio en Ciudad Ojeda, donde fue ingresado minutos después de recibir los disparos.
La víctima quien es propietario de la librería San Agustín, una de las más antigua de Ciudad Ojeda, se desplazaba de Maracaibo a Lagunillas con su chofer de nombre Rubén Duque, quien también recibió varios balazos e igualmente fue conducido a ese mismo centro asistencial donde aún permanece.
Un parte policial revela que las dos víctimas iban a las 11 de la mañana del pasado viernes por la carretera Lara-Zulia y en un reductor de velocidad de un sector conocido como “Los Dulces”, del municipio Simón Bolívar, fueron interceptados por cuatro sujetos que se desplazaban en un vehículo aun no identificado. Tres de estos se bajaron portando armas de fuego e intentaron robarse la camioneta, pero Santamaría y su chofer se resistieron, por lo que fueron tiroteados en más de diez oportunidades.
Funcionarios de homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) subdelegación Ciudad Ojeda realizan pesquisas para dar con los asesinos. Por ahora los homicidas no han sido identificados. Los investigadores presumen que se trata de una banda que se dedica exclusivamente al robo de vehículos marca Toyota. Una vez que se apoderan de estos los trasladan hacia Colombia para ser vendidos en ese país.
El empresario Sergio Santamaría tenía muchos años trabajando y luchando en Ciudad Ojeda en donde gozaba de una gran admiración y respeto, tanto del gremio empresarial como de la comunidad en general. Era considerado un emprendedor.
El 27 de marzo de 2010 atravesó por una delicada situación luego que tres sujetos fuertemente armados llegaran hasta su librería en Ciudad Ojeda y secuestraran a su hijo Víctor Sergio Santamaría Serrano. Diez días después de estar en cautiverio fue liberado en el barrio Bicentenario Sur del municipio San Francisco.
Uno de sus amigos, quien prefirió mantenerse en el anonimato, reveló que los familiares del empresario se encuentran desbastados por ese infortunio. Desde hoy su cuerpo fue llevado a la capilla de la iglesia Santa Mónica.
