A Edgardo José Álvarez Meléndez, de 31 años, lo sacaron a la fuerza de su casa para colgarlo en la enramada de un pulilavado, en el sector Concepción Siete del municipio Baralt, y acuchillarlo hasta matarlo. Con uno de sus antebrazos sostenía un manuscrito en el que se leía: “El que ande con Polibaralt lo matamos”.
Los detectives de la Policía científica, Subdelegación Ciudad Ojeda, manejan la venganza como móvil principal. Investigan el entorno de la víctima y de amigos.
Los familiares informaron que motorizados armados lo sacaron, el pasado lunes, a la fuerza de su vivienda. Lo buscaron desesperadamente por los alrededores y no lo consiguieron. Ocho horas después, los trabajadores del autolavado; cercano de donde residía la víctima, se toparon con el cadáver en bóxer, blanco con rayas azules, con una mancha de sangre desde la frente hasta el pecho.
Según las experticias preliminares, el cuerpo tenía alrededor de 10 orificios en el rostro producto de los impactos de las balas, heridas en el pecho hechas con arma blanca y le introdujeron hierbas en la boca.
La desaparición forzosa la notificaron ante los organismos policiales acantonados en el municipio. Polibaralt activó la búsqueda, pero fue infructuosa. El obrero no registró antecedentes penales, pero los investigadores no desestiman su participación en hechos delictivos con bandas que operan en la localidad costeña.
El homicidio de Álvarez se presume que lo ejecutó la banda del “Cagón”. Una fuente policial asegura que el líder de esta peligrosa banda ejecuta este tipo de crímenes en retaliación con los jefes de las policías que opera en la zona.
Ensañamiento
Diez días antes del asesinato de Álvarez localizaron el cadáver de Domer Rafael Fonseca Mestri, de 36 años, en una zona enmontada del sector La Arcayata, parroquia General Rafael Urdaneta en el municipio Baralt. La víctima presentó una herida en la cabeza hecha con un hacha. La venganza es móvil del crimen.
En febrero decapitaron a Deixo José Gutiérrez Valera (21), le abrieron un boquete en el estómago y guardaron su cabeza en el interior. Al joven lo hallaron en una zona enmontada de El Tigre, sector El Acueducto de la parroquia Marcelino Briceño. En esta muerte vinculan a un hombre apodado el “Kleiber” y sus dos compinches. Los criminales habrían sometido a la víctima en vivienda con la presencia de sus familiares.