Claro que el calentamiento global representa una severa amenaza para la vida planetaria y, lejos de disiparse, crece día a día, poniendo en riesgo de extinción a la fauna y flora terrestre y acuática.
Según datos científicos, el calentamiento global aumenta a pasos agigantados y, de hecho, hoy la Tierra se calienta hasta un 140 por ciento más rápidamente que en 1998. Así, la perspectiva indica que nos quedan tres años para dar solución a este problema, antes de que sea tarde.
Mientras tanto, se ha especulado con distintas alternativas, como la de abandonar el planeta y colonizar el espacio exterior, o la fabricación de dispositivos que puedan contrarrestar el efecto invernadero en tiempo récord.
Sin embargo, ninguna de las alternativas barajadas es tan extrema como la idea de mover el planeta Tierra por completo, algo que, por más alocado que pueda parecer, resolvería el problema de fondo de modo permanente.
Los expertos estiman que sería preciso trasladar al planeta Tierra a unos 164 millones de kilómetros de distancia, como para alcanzar una zona de seguridad. Esto significaría el uso del total de la energía producida por el hombre en un año, multiplicada por 500 mil.
