Lejos de lo que popularmente se cree, los sentidos humanos son muchos más que cinco. Aquí diez sentidos extra que probablemente no conocías.
Quimiorreceptores: están relacionados con la detección de hormonas y fármacos. También pueden regular el reflejo de vómito.
Receptores de estiramiento: ubicados en los órganos primarios, permiten detectar la dilatación de los vasos sanguíneos. Se los relaciona con algunos dolores de cabeza.
Equilibriocepción: este sentido, ubicado dentro de los oídos, permite mantener el equilibrio y efectuar los cambios necesarios para que el cuerpo se mantenga en pie durante el movimiento.
Nocicepción: es responsable de la percepción del dolor. Consta de tres tipos de receptores: somáticos (huesos y articulaciones), cutáneos (piel) y viscerales (órganos internos).
Hambre: gracias a este sentido el cuerpo identifica la necesidad de alimentarse.
Sensores de tensión: se ubican en los músculos y permiten que el cerebro regule la intensidad de la tensión muscular.
Propiocepción: este mapa de receptores sensibles permite que el cuerpo conozca la ubicación espacial de cada una de sus partes.
Sonido: este sentido detecta las vibraciones sonoras alojadas en diferentes medios, como el aire o el agua.
Termocepción. se encarga tanto de detectar la temperatura del ambiente exterior como de regular la temperatura del propio cuerpo.
Picazón: independiente al tacto, es el sentido que capta y envía al cerebro la sensación de prurito.
