Una pareja asesinó a José Antonio Betancourt Gutiérrez, de 50 años, por negarse a entregar su vehículo. Al chofer de la línea Cabimas-Lagunillas, sus homicidas lo obligaron a meterse a una zona enmontada y le dispararon en la cabeza. Dos de sus sobrinas presenciaron el crimen ayer, a las 6.15 de la mañana, en el municipio Simón Bolívar.
Betancourt salió de su casa en su carro LTD Ford blanco con rojo con el que desde los últimos seis meses decidió ganarse la vida. Montó a sus familiares de 18 y 15 años para llevarlas hasta Ciudad Ojeda y comenzó su ruta. Iba en sentido Cabimas-Lagunillas. En la avenida Intercomunal, sector San Isidro, una pareja solicitó sus servicios como pasajeros y los montó.
“Iban llegando a la carretera C de Tía Juana. Ahí el hombre le dijo que quería su carro. Lo obligaron a meterse al monte y lo bajaron del carro”, dijo un familiar en las afueras de la morgue.
El cuerpo de Betancourt quedó de rodillas boca abajo en la trilla de arena. Su homicida le disparó en la cabeza. “Mis primas estaban dentro del carro. La mujer las tenía sometidas. Les decía que no le harían nada si colaboraban. Se escuchó el disparo y el hombre regresó diciendo que lo había matado porque no colaboró”.
La pareja tomó la unidad y rodó unos kilómetros más adentro abandonaron a las pasajeras y se fueron. “Ellas caminaron mucho hasta que un señor les brindó ayuda. Nos llamaron y nos dijeron lo que había pasado”.
Los Betancourt describieron a su pariente como un hombre de su casa, trabajador y responsable. “Era padre de 11 hijos y a ninguno les faltó nada”.
