La Copa del Mundo ha sido el punto y final para una generación histórica del baloncesto venezolano, aunque ni los resultados globales del año ni el 0-5 de este torneo son la despedida más deseada ni la que se merecían este grupo. Este resultado deja también a la selección vinotinto sin clasificación para los torneos preolímpicos y ahora se viene un tiempo para reconstruir.
A falta de la participación en los Juegos Panamericanos, el balance de la selección masculina de Venezuela en este 2023 con una única victoria en catorce partidos, que fue la conseguida ante Bahamas en el primero de los compromisos por la última ventana clasificatoria al Mundial 2023.
El resto de partidos disputados tuvieron la derrota como resultado final, ya sea el cierre de la fase clasificatoria ante Canadá, los compromisos amistosos en territorio español ante Angola, Argentina y España, la visita a Francia, su participación en el cuadrangular de Melbourne ante Australia, Sudán del Sur o Brasil, los tres partidos de la fase de grupos de la Copa del Mundo ante Eslovenia, Cabo Verde y Georgia y los dos de la ronda de clasificación ante Japón y Finlandia.
Si ampliamos el intervalo hasta un año natural, incluyendo la AmeriCup de 2022 y la quinta ventana, este balance queda en 3-17 sumando las victorias ante Panamá y México del torneo continental.
Es cierto que la selección B también denominada como «equipo blanco» tuvo un buen desempeño en estas últimas semanas durante su preparación paralela al Mundial con jugadores como Edwin Mijares, José Ascanio o Anthony Pérez que deberían sumarse al grupo principal en los próximos desafíos. Los dirigidos por Ronald Guillén se impusieron en sus amistosos ante Zentro Basket y Movistar Estudiantes B, equipos que disputan la Liga EBA española, mientras que cayeron en su gira asiática ante Irán y Jordania.
Es ampliamente conocida el escalón generacional que va a vivir el baloncesto venezolano cuando se retiren el núcleo de veteranos que conforman esta selección y es bueno ver que ya se está trabajando en ese relevo, aunque pueda parecer tarde. Una vez que se produzca este reemplazo, será momento de apoyar al nuevo proyecto, de mirar a futuro y no tanto a los resultados, cerrar de una vez el caso Gregory Echenique y no tratar de «quemar» el desarrollo de Enrique Medina con una presión innecesaria a estas alturas de su carrera.
