Los Golden State Warriors están a un paso de volver a las finales de la NBA, tras vencer en el American Airlines Center de Dallas a los Mavericks con marcador 109-100, con lo que colocan la serie 3-0 y demuestran su supremacía en varios aspectos del juego.
El conjunto dirigido por Steve Kerr luce sólido y poco descifrable para la defensa de Dallas, equipo que no ha podido contener a los tiradores de los Warriors.
A continuación, repasaremos tres claves en la victoria de los Warriors sobre los Mavericks.
En el partido los Mavericks parecen haber basado todo su juego en los tiros desde el perímetro y al tener una mala noche desde ese rango, le facilitaron las cosas al conjunto de Steve Kerr.
El conjunto de los Mavericks lanzó desde los tres puntos para 29.9 %, producto de 13 aciertos en 45 intentos, lo que llevó a el equipo de Jason Kidd a un monótono ataque.
A pesar de que Luka Doncic terminó como el máximo anotador de su equipo con 40 puntos, el esloveno no encontró apoyo en ofensiva. Tan solo tres jugadores terminaron con doble dígito en ataque para el conjunto de Dallas, con los 26 tantos de Spencer Dinwiddie y 20 de Jalen Brunson.
El estratega Steve Kerr mandó a doble marcar al base de Dallas en muchas oportunidades, pero no encontró buenas opciones en el constado ofensivo para manejar esas situaciones.
Stephen Curry volvió a comandar el ataque de los Golden State Warriors, al tener un sólido partido de 31 puntos, producto de 10 aciertos en 20 intentos, con un 5 de 10 en tiros de tres puntos.
Sus ataques siempre conseguían generar peligro sobre todo con la cortina y rol con su compañero Draymond Green. También fue apoyado en ataque por Klay Thompson, quien terminó con 19 puntos.
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