Las bombillas LED superan en ventajas a las bombillas tradicionales. Se recambian menos y representan un ahorro de consumo a mediano plazo que repercute en la economía hogareña.
Son múltiples las ventajas de utilizar las bombillas LED (light emitting diodes) en aquellos espacios que requieren ser iluminados de forma no natural. Aunque empezaron a emplearse para la señalización, su uso se ha extendido y hoy son los favoritas en la mayoría de los hogares. Esto se debe a que impactan de manera positiva en el bienestar del medioambiente y en el presupuesto.
Los diodos emisores de luz han evolucionado en los últimos años y tienen un mayor rendimiento. Por otro lado, se destacan por su versatilidad, encontrando en el mercado bombillas de diversos tamaños, formas y colores.
¿Cuáles son las diferencias entre las bombillas LED y las tradicionales?
Una de las principales diferencias entre las bombillas LED y las tradicionales es la eficiencia. Las primeras resultan ser muy eficientes sin necesidad de consumir energía de más, como ocurre con las halógenas.
Un diodo LED transforma en luz entre el 80 % y el 90 % de la energía que consume, mientras que una tradicional convierte entre el 10 % y el 15 %. El restante de esa energía que consumen se convierte en calor.
De otro lado, las LED se encienden y apagan de forma inmediata porque no hay proceso de calentamiento previo a la acción. Esto ocurre sin afectar en ningún momento la calidad de la luz que emite el diodo. También reducen la contaminación al emitir menos dióxido de carbono que las halógenas.
Ventajas del uso de las bombillas LED
Aunque de primer momento cambiar todas las bombillas del hogar, la oficina o el negocio comercial genere un gasto considerable, te contamos cuáles son las ventajas de utilizar bombillas LED. Así podrás entender que más allá de un gasto, se está haciendo una inversión a mediano y largo plazo.
Iluminación eficiente y ahorro energético
Como lo detallamos antes, una de las mayores ventajas del uso de las bombillas LED es la eficiencia con la que transforman la energía eléctrica en iluminación. Esto hace que, al optimizar la energía que toma sin recalentarse en su proceso, se obtenga un ahorro energético destacable de hasta un 80 % o más.
Por otro lado, estos focos distribuyen la luz a las áreas que se necesitan. Notarás que su iluminación es mucho más amplia y abarca mayores espacios que sus antecesoras.
La eficiencia también se mide por los lúmenes por watt que nos ofrecen sus presentaciones. Encontramos unas de mayor eficiencia, con 150 lúmenes, y las comunes con 80. Es decir, unas ocho veces más de capacidad de iluminación que una bombilla de filamentos de tungsteno.
Mayor vida útil
Una lámpara LED tiene una vida útil de hasta 50 000 horas, mientras que una tradicional solo tiene unas 2000 horas. Esas 50 000 horas son equivalentes a una duración aproximada de 17 años con un uso diario de 8 horas de iluminación.
Aquí encontramos otra ventaja y es que las LED no se funden de un momento a otro, dejándonos en oscuridad. Estas bombillas empiezan a reducir gradualmente su capacidad lumínica, dándonos tiempo de reaccionar y poder reemplazarlas sin mayores afectaciones. Sabemos que esto no pasa con las tradicionales.
Para tener la certeza de cuánto podría ser la vida útil de la bombilla, es necesario identificar en el producto estas nomenclaturas: L70B50 o L70B10. La primera señala que el 50 % de la lámpara tendrán un flujo luminoso de un 70 % durante sus 50 000 horas de vida útil. La segunda nos indica que ese flujo será de un 70 % en el 90 % de las lámparas.
No emite radiación UV
Contrario a las luminarias tradicionales, las LED no emiten radiación ultravioleta (UV) y tampoco rayos infrarrojos. Sabemos que estos son dañinos para la salud, afectando la piel y los ojos. Aunque se sigue estudiando qué tantas afectaciones pueda generar esta radiación emitida por los focos comunes, es una gran ventaja que las lámparas LED no los emitan.
Sin embargo, se adelantan estudios para determinar si la luz azul que emiten los focos LED podría afectar el ciclo circadiano. Aunque el efecto no debe descartar su origen en la iluminación excesiva e inadecuada. Lo cierto es que aún falta definir qué tanto influyen estas modernas bombillas en ello.
Seguridad
Recordemos que las bombillas LED no se recalientan; no necesitan de este proceso para encenderse ni mantenerse así. Por ello no se presentan incidentes a causa de su estallido, algo común en las luminarias tradiciones.
Estas últimas sí requieren calentarse para poder encender y, al direccionar una gran cantidad de electricidad para mantenerse calientes, pueden explotar si hay una sobrecarga.
Variedad y versatilidad
La buena acogida de estas bombillas es tal que es posible encontrarlas de todo tipo, tamaño, color y para diversos espacios y aplicaciones. Esto se convierte en una gran ventaja porque podemos decorar la casa, la oficina o el negocio como queramos mientras ahorramos energía.
Las hay de todo tipo y pueden usarse en interiores y exteriores. Además, son seguras porque, dependiendo del uso, tendrán protección para que las condiciones externas del ambiente no las dañen o afecten.
Practicidad en la instalación
Al ser tan versátiles, algunas de las presentaciones vienen con unos implementos que simplifican su instalación. Aunque claro, siempre es mejor asesorarse con un especialista para evitar accidentes. Dentro de estas presentaciones fáciles de instalar encontramos las cintas LED.
Otro factor de practicidad que nos ofrecen está en el control de la intensidad de la luz emitida, pues algunas vienen diseñadas para hacerlo de forma remota, es decir, con un mando que suele tener rango de distancia.
Son económicas
Aunque todo depende del producto en específico, con el crecimiento en el mercado de estas lámparas es posible encontrar precios asequibles. Claro que serán un poco más costosas que las tradicionales, pero el verdadero ahorro en la economía está en la larga vida útil que tienen y en la reducción del gasto energético.
Amigables con el medioambiente
Para cerrar esta sección de las ventajas de utilizar bombillas LED encontramos su aporte al bienestar del medioambiente. Reseñamos que estas luces tienen una vida útil más larga, por ello se reduce la cantidad de bombillas que se desechan de forma inadecuada.
Además, sus bajas emisiones de dióxido de carbono resultan benéficas para las personas y para el entorno, al reducir el efecto invernadero que tanto afecta al planeta.
En su fabricación no se utilizan sustancias peligrosas como mercurio, tungsteno, bromo, cloro o wolframio; gases tóxicos que sí encontramos en las bombillas tradicionales. Cuando su vida útil termine, busca un lugar en donde puedas desecharlas adecuadamente.
¿Te animas a usar bombillas LED?
Como te das cuenta, el uso de las bombillas LED impacta en tu salud, en tu economía y nos ayuda a ser más amigables con el medioambiente. Así que, si aún no estás usando estas luminarias, ¿te animarás a hacerlo?
Si tu respuesta es sí, analiza muy bien el producto a comprar, asesórate y comprueba que estás adquiriendo las bombillas LED originales que se adapten a tus espacios y necesidades.