Luis Noriega, de 29 años, llegó a su residencia en la manzana 34 de la urbanización Villa Nueva Venezuela, en Ciudad Ojeda, a las 11.30 de la noche del jueves. Había trabajado toda la tarde para llevar el sustento a su hogar. Al momento de entrar, observó que unos delincuentes habían amarrado a su esposa y a él le hicieron lo mismo.
En cuestión de segundos, los delincuentes se tornaron agresivos, no conseguían lo que buscaban, creció la furia y puñalearon a Luis, quien se desempeñaba como chofer de la línea Nueva Venezuela. El herido se desangró mientras los ladrones sustraían todo lo de valor que había en el interior de la vivienda.
Los vecinos del sector escucharon unos gritos en la casa de Noriega. Comenzaron a buscar el sonido hasta que supieron que era desde la casa de Luis. Al entrar se percataron que la mujer estaba amarrada de manos y pies. Pero la escena se tornó dantesca cuando observaron el cadáver del joven. Le habían clavado un puñal en el corazón.
Edixon Briceño, del consejo comunal del sector, describió a Luis como “colaborador, un buen esposo y vecino. Estamos consternados por su muerte que enluta a toda la comunidad”.
