La firma estadounidense Boston Dynamics ha desarrollado algunos de los robots más terroríficos y espectaculares que se hayan visto en la última década, como elantropomorfoAtlas o el intimidante Cheetah, una especie de guepardo artificial capaz de correr a más de 45 km/h.
Su última creación es SpotMini, un perro-jirafa-robot de 30 kilos de peso que, gracias a su largo cuello y sus muchos sensores, es capaz de tareas domésticas como tirar cosas a la basura, meter los platos sucios en el lavavajillas o abrirte una lata de cerveza.
Y no da miedo, como los otros. Bueno, un poco.
A diferencia de otros modelos hidráulicos, SpotMini es completamente eléctrico, y una carga le da para 90 minutos de actividad, lo que no es mucho, aunque hay que tener en cuenta que es un debutante a perfeccionar.
Sin embargo, sus habilidades impresionan. La clave está en su largo cuello: funciona como un brazo que agarra, manipula y transporta objetos. Para conseguirlo, tira de una amplia gama de sensores: cámaras, indicadores de giro de estado sólido y sensores de propiocepción que informan al procesador del robot de la posición de sus propios componentes, lo que le permite realizar maniobras complejas.
Estos sensores le ayudan a moverse y hacer cosas con mucha autonomía, aunque para las labores más complicadas necesita una guía humana.
Además, SpotMini sube escaleras, esquiva obstáculos, se levanta solo tras un resbalón y gira sobre sí mismo mientras mantiene su cuello-brazo en el mismo punto.
Míralo en acción.
