Mientras más se extienden los relatos, más conmovedor y triste se torna lo ocurrido esta madrugada en la vía a Perijá, cerca del kilómetro 4. Tres hermanitos viajaron con su madre de Puerto Escondido (municipio Santa Rita) a un paseo para ver a sus abuelos. La tragedia los cubrió y dos de ellos murieron.
Niña de ocho años trató de salvar a sus dos hermanitos, pero la explosión se lo impidió: Tragedia vía a Perijá
Antes de las 12 del mediodía, Marí Carmen Gil salió con sus tres hijos: Merlín Paola Nuñez Gil (14), Sebastián David Nuñez Gil (4) y Melani Nuñez Gil (8), hacia la urbanización San Felipe. Era su primera parada. Allí visitaría a su padre y luego iría a Villa Chinita, en la vía a Perijá, a ver a su madre. Era el lugar donde iban a dormir.
Salieron en dos vehículos un poco después de la medianoche. Su sobrino, Yorgenis Portillo (20), conducía un viejo auto Fiat 132 que había comprado hace apenas dos meses, y su pareja, Kimberly Elizabeth Olano (22), con un embarazo de nueve meses, lo acompañaba a su lado. En el puesto trasero iban los tres hermanitos.
Marí Carmen lo hacía junto a uno de sus hermanos en una camioneta pick-up. En el camino, 500 metros después de haber pasado la conocida ferretería Bicolor, la muerte los acechó. El carro Fiat de Yorgenís fue impactado por la parte trasera por un sujeto que conducía una camioneta EcoSport, plateada, en compañía de dos mujeres.
Fue tan fuerte la colisión que el Fiat chocó contra un poste del alumbrado público y en cuestión de minutos explotó. La pareja pudo salir del vehículo, al igual que la niña Melaní. Esta última se llenó de valor y regresó a sacar a sus dos hermanitos pero la explosión se lo impidió. Los dos pequeños murieron dentro del auto y ella ahora permanece delicada con un 90% de su cuerpo cubierto de quemaduras, en el Hospital Coromoto.
La madre de los niños se había rezagado un poco y cuando vio en la vía semejante acontecimiento funesto jamás pensó que dos de sus tres hijos eran cadáveres.
El dolor y la indignación se contagió entre propios y extraños al punto que el conductor de la camioneta, cuyo nombre no fue suministrado por las autoridades, estuvo a punto de ser linchado. Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) dieron con él y según parientes de las víctimas, lo arrestaron cuando salía huyendo de su casa con su pareja.
Al margen de ello, los tres sobrevivientes llegaban al Hospital Coromoto. A Kimberly tratan los médicos de salvarle la niña que lleva en el vientre y que esta semana vería luz. Por su parte, su también joven marido se encuentra estable.
Hinchados de dolor, parientes de los niños comentaron frente a la emergencia del Hospital Coromoto que Mari Carmen es educadora en el colegio “Bolívar Vive” del municipio Santa Rita, donde estudia su hija sobreviviente y el pequeño de 4 años que falleció. La mayor, Merlin Paola, cursaba el cuarto año en la U.E. Simón Rodríguez en esa misma localidad y era una destacada alumna; había sido promovida de segundo a tercer grado al iniciar sus estudios.
“Merlin era una muchachita virtuosa. Le encantaba el baile. Era la estrella del colegio y formaba parte de danzas Natalí. Su hermanita Melani, que afortunadamente quedó viva, le encantaba el teatro. Qué tragedia tan fuerte. En cuestión de minutos un borracho acabó con sus vidas”, dijo con lágrimas en los ojos uno de sus familiares.
La investigación del accidente lo manejan funcionarios de la PNB. El responsable se encuentra detenido en el comando de ese cuerpo policial en San Francisco y mañana será puesto a la orden del juez.
Fotos: David Moreno