Las declaraciones de los familiares de José Rafael Acosta Molero (58) y su hijo José Acosta Sarcos (28) apodado el “Lobito” apuntan a que los antisociales que los mataron iban por el joven. La Policía científica continúa las investigaciones por el doble homicidio en el sector Oyala, en Puerto Escondido del municipio Santa Rita.
Los detectives manejan el caso como venganza. Según el entorno social del “Lobito” estaba “en malos pasos” y “pichaba” a miembros de otras bandas, resaltó un oficial. Las investigaciones indican que “se equivocó en un encargo” para la mafia con la que trabajaba y el bando contrario no dudo en cobrársela. El error le costó su vida y la de su progenitor, a quien balearon para no dejar testigos.
Por señalar a los integrantes de bandas delictivas “lo mandaron a callar”. El oficial explicó que “Lobito” robaba y cobraba vacuna. A ambos los asesinaros el pasado viernes a las 4.30 de la madrugada frente a su residencia. Ambos sacaban el Mitsubishi de la familia para ir a su trabajo. Cuatro asaltantes en moto les llegaron y dispararon sin mediar palabras.
Cada uno recibió seis disparos. José Acosta Sarcos agonizaba en el carro y los parientes lo llevaron hasta el Hospital Dr. Senén Castillo Reverol pero murió en la sala de emergencia con disparos en el pecho y cabeza, mientras que su padre murió instantáneamente en el carro.
José Acosta padre dejó tres hijos. Era capitán de lancha y tenía más de una década trabajando para la industria petrolera. Su hijo laboraba como marino, tenía casi cinco años en la empresa y dejó un bebé de tres meses de nacido. Sus cuerpos fueron enterrados en el Cementerio Municipal de Santa Rita.